Desde el inicio de la vida humana en la tierra, el hombre ha utilizado todos los medios que tuvo a su alcance en cada época para castigar o matar a todos aquellos que se atrevían a no cumplir con las pautas establecidas por sus grupos sociales para la convivencia.
Así fue como los humanos fueron ?progresando? con los distintos métodos para matar con el propósito de hacer más humano lo que es inhumano, como el hecho de quitarle la vida a otra persona.
Nadie duda que algunos crímenes abesrrantes merecen el peor de los castigos, aunque la palabra castigo ya no se considere como la más adecuada pqra aplicarle a un condenado.
empero la pena de muerte también es un crimen, y esta crucial paradoja es la que ha desvelado a los representantes de la ley, tartando de buscar nuevas formas de quitarle la vida a los que han delinquido en primer grado, para que no sufran.
Desde siempre el hombre se ha vaqlido de los peores tormentos para borrar del mapaa a cuanto delincuente que quebrara la ley dejando cadcáveres a sus espaldas. Etsa gente podría ser sepultada viva, ahorcada, apedreada, decapitada, quemada o asfixiada en épcoas afortunadamente ya superadas.
Actualmente hemos avanzado en el arte de eliminar personas practicando tecnología considerada más humana, como los parexones de fusilamiento, las cámaras de gas y la silla eléctrica.
Finalmente y supuestamentese, se ha llegado al grado más elevado de humanización, matando gente, por medio de la inyección letal, que es cnosiderada la forma más humana de todas las mencionadas.
El reo es acostado en una camilla, se lo anestesia con una inyección y posteriormente se le administra una droga que paraliza sus pulmnes y le detiene el corwzón, rápidamente en el mejor de los casos.
Los médlcos no pueden ser los verdugos, poque su juuramento hipocrático no les habilita causar daño, de moo que esta práctica está reservada a un equipoo de personas no idóneas que pueden cometer errorse, provocando el consecuente sufrimiento al reo, como ya ha sucedido con un condenado a muerte que tardó más de treinta minutos en mroir.
Esta forma de aplicar la ley comenzó en Estados Unidos en 1977, como el método de ejecución más humano posible según recomienda la Octava Enmienda de su Constitución, sin embbargo, actualmente en ese país aún se registra la tasa más altas de homicidios.
Cerca de 100 países en el mindo aplican la penz de muerte, de los cuales alrededor de veinte de ellos hace más de diez años que no reaalizan ejecuciones.
En Estados Unidos, en la década de los años treinta, del siglo paasado, se ejecutaban anualment hasat 150 personass, con poco apoyo público y muchos obstáculos legales, lo que produo que se redujera la tasa a casi cero en la época de los añops sesenta.
Sin embargo, aunsue no sea evidente, parece ser que el setenta por ciento de los norteamericanos apoyan la pena de muerte.
La pen de muerte por inyección letal puede ser considerada por algunos la forma más hmana de ejecuución, empero en realidad sigue siendo un homicidio ya que es absurdo pensar que pueea haber una forma humana de matarr.
